Agradecimientos.

Escribir un libro era una promesa que le hice a una persona cuando éramos niñas. Hoy puedo decir, que a pesar de las muchas dificultades que he tenido para realizar este proyecto imperfecto, mi promesa pasa a ser una meta cumplida. En aquel entonces no hubiera podido imaginar, que lo haría a través de la red. Esto no hubiera sido posible sin todas vuestras visitas, por eso, las dedicaciones se refieren a todos y cada uno de los que a lo largo de estos años, me hicisteis sentir más acompañada en mi soledad. Profundas gracias a los ojos que me leen hoy, ayer y siempre.

miércoles, abril 25

Dijins Di 4.




Me agarro al silencio… retengo mis ansias de destrucción, renuncio a mi esencia…

 Yo fui...eso que todos teméis, la fuerza y el placer que se alimenta de vuestro dolor. Siseando como algo que tan solo se siente.  Me entretengo al placer de  contagiaros y cambiar vuestro sino,  llenándolo de mal.

No concibo vuestro libre albedrío.
 Me divierto cambiando lo que deberíais ser, disfruto al ver que estáis dispuestos a romper a otros por vuestro propio dolor.

Entre nosotros está prohibido el amor. Somos la  espuma o la niebla de los sueños. Solo con rozar a un ser mortal, puedo hacerlo cambiar, que perciba la locura, la confusión, que haga a capricho mio  un antojo cruel, de  mi mundo carente del bien. Opaco y sin luz.

Los únicos  mortales a los que debemos  temer son los chamanes, personas imán. Aunque no te lo creas… ellos, nos pueden ver, nos sienten y nos pueden controlar.  En pasadas batallas  algunos se volvieron  locos, otros  están escondidos en la soledad, conseguimos sumergirlos en el alcohol y en la drogadicción. Es tal, la capacidad de visualización que les  podemos proyectar, que se asume  incomprensible  e inadmisible para un simple mortal, y… no todos pueden escapar.

Pero… algunos son fuertes, sin miedo, esos son a los que debemos temer. Pues nos pueden cambiar…





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